miércoles, marzo 07, 2007

El invento que Edison quiso olvidar

A Edison se le pueden adjudicar la partenidad de muchos inventos: registro mecánico de votos (como son tantos tardaban mucho en contar los votos... pero luego pasa lo que pasa...), fonógrafo, alarma casera... Seguramente Edison estaba orgulloso de todos sus inventos... bueno... de todos, todos no. Edison llegó a negar la paternidad de un invento que nació para ganar la batalla que mantenía con Westinghouse.
Podría argumentar que quien inventó la silla fue Harold P. Brown, pero eso no hace que tenga menos relación con el invento. Harold trabajaba para él y realizó todas las pruebas con animales en su taller. Edison promovió el trabajo de Brown, que se basaba en la corriente eléctrica alterna de Westinghouse por un motivo: que la gente relacionara ese tipo de electricidad con la silla eléctrica y por extensión con la muerte. Quería que tuviesen miedo de tener esa electricidad en sus casas y prefieran la electrícidad continua de Edison (que era menos eficiente en el tema del transporte) Edison hasta llegó a hacer bromas sobre como formas o maneras de llamar
En 1889, el comité que se había creado para determinar una forma más humana que la horca, escogió la silla eléctrica basada basada en la corriente alterna. El conejillo de indias para estrenar tan mortal invento fue William Kemmler. Era un hombre que mató a su mujer con un hacha porque tenía muchos celos de ella. Los abogados del acusado no querían que lo mataran con la silla. George Westinghouse, el inventor de la corriente alterna estaba de su parte. Fue el apoyo incondional de Edison (ya que era un hombre muy respetado) a la silla eléctica lo que hizo decantar el fallo hacía su utilización. Todo formaba parte de su plan para hacer que la gente relacionara ese tipo de electricidad con algo peligroso.
La inaguración de la silla eléctrica se llevo a cabo en la Prisión Auburn de Nueva York el 6 de agosto de 1890. Hay muchas situaciones en las que no es muy recomendable ser el primero en probar alguna cosa y está claro que probar una silla electríca está dentro de esas cosas. Y más, teniendo en cuenta que será la última cosa que hagas.
Las personas que tenían que ajusticiar a William también era la primera vez que lo hacían, con lo que no estaban muy duchos en la materia. No sabían el tiempo que debían a aplicar las corrientes. Se lo pusieron unos 15 segundos. Cuando terminaron esos segundos todos pensaron que estaba muerto William empezó a boquear. Aún seguía vivo. Decidieron aumentar el voltaje que se le aplicaría y también el tiempo de aplicación de la misma. Mientrás volvía a cargar el generador el condenado seguía agonizando. Los testigos estaban horrorizados del espectáculo tan dantesco que estaban viendo. Tras más de un minuto de descarga Willia murió.
La gente quedó horrorizada tras saber la noticia. Tanto como había quedado con la noticia de la muerte de un operario de la red eléctrica. El hombre había muerto en el acto pero había estado quemándose poco a poco en las alturas hasta que pudo ser rescatado.
Edison siguió con su vida de inventor, dejando atrás la silla eléctrica. En ese momento su pensamiento estaba en un mundo mucho más bonito: el cine.
En una ocasión, un periodista le preguntó sobre la silla eléctrica. Edison nego toda relación con ese invento. Estaba en contra de la pena de muerte. Sólo lo había hecho para ganar a Westinghouse en la carrera de la electricidad.