El origen de este dulce se remonta a la época de los romanos y no era precisamente cristiano. Se cree que tiene que ver con las fiestas saturnales. Era algo pensado para los esclavos. Se elaboraban tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel. En ellas se escondía un haba seca que representaba la prosperidad. Quien la encontraba quedaba libre durantes las saturnales, las cuales llegaron a ser grandes bacanales y orgias.
En el siglo III ya esa tradición fue algo dirigido a los niños. El niño que encontraba el haba se le llamaba el Niño rey. Este juego fue teniendo cada vez más popularidad y fue en Francia donde arraigo más. Al Niño rey se le colmaba de atenciones, se le vestía de gala. La sorpresa del pastel paso de ser una simple haba a un pequeño objeto, algunas veces algo de mucho valor. El pastel iba adornado con frutas escarchadas y se le conocía como “Le gateau de Roi”.
Fue Felipe V quien trajo esa tradición a España, donde adquirió la forma de roscón y ya se le empezó a conocer como roscón de reyes. Ahora en España, se esconde un haba y una sorpresa. Curiosamente ahora el que encuentra el haba es el que tiene que pagar el roscón y es el que encuentra la sorpresa quien es proclamado rey.
Yo voy a poner esta receta pero hay muchas más: en algunas se añade más o meno ron o anís, naranja rallada… El adorno también puede variar hay quien pone solo fruta confitada, otros también ponen azúcar glaseado, almendras fileteadas… El roscón se puede rellenar con nata, moka o cabello de ángel.
- 400 g de harina
- 100 g de mantequilla
- 100 g de azúcar
- 1 cucharada de levadura
- 1/4 litro de leche
- 1 cucharada de agua de azahar
- La corteza de limón rallada
- Fruta confitada (calabaza, guindas, naranja, limón)
- sal
- 1 haba
- Muñequitos de sorpresa
Pasos:
Disolver el sobre de levadura en 4 cucharadas de leche templada. Añadir 100 g de harina y mezclar bien hasta conseguir una bola de masa blanda. Tapar con un trapo de cocina y dejar en un sitio templado para que la masa crezca hasta el doble de su volumen.
Disolver el sobre de levadura en 4 cucharadas de leche templada. Añadir 100 g de harina y mezclar bien hasta conseguir una bola de masa blanda. Tapar con un trapo de cocina y dejar en un sitio templado para que la masa crezca hasta el doble de su volumen.
En otro cuenco, poner el resto de la harina (300g). Hacer un hueco en el centro y añadir 3 huevos, el azúcar, el resto de la leche, el agua de azahar y el limón rallado. Amasar hasta conseguir una masa fina. Añadir la mantequilla y seguir amasando. Añadir la mezcla de levadura y amasar hasta que esté todo muy bien mezclado. Espolvorear con harina y dejar reposar con el trapo de cocina en un sitio templado durante 2 horas mínimo.
Después de 2 horas, volver a amasar y poner sobre papel de cocina encima de la bandeja del horno. Dar forma de rosca. Introducir el haba envuelto en papel albal, así como las sorpresitas igualmente envueltas.
Adornar con tiras de las frutas confitadas y pintar con un pincel huevo batido. Espolvorear con azúcar.
Meter en el horno precalentado a 160º y dejar cocer durante 15-20 minutos.
