Parece ser que, si pudiéramos gritar con la potencia necesaria durante ocho años, siete meses y seis días, generaríamos tal cantidad de energía que podríamos calentar nada más y nada menos que....
Una taza de café. No sabría deciros exactamente el tamaño de la taza, pero vamos me imagino que será una de un tamaño estándar. ¿Alguno se atreve a probar? Yo creo que tengo la voz algo tocada y calentaré el café en el microondas. Pero bueno, vosotros podéis intentarlo.