El 20 de Enero tomará posesión Obama como el presidente número 44 de los Estados Unidos. Será el primer presidente negro de la historia. Entre sus antecesores hay multitud de anécdotas curiosas.
Tomemos un ejemplo. Si buscamos la identidad del presidente número 30 nos encontraríamos con Calvin Coolidge. Un hombre tranquilo y pocas palabras. Le gustaba hacer ejercicio usando por ejemplo unas mazas. En algunos presidentes se estilaba montar a caballo. En el caso de nuestro presidente no era una opción posible. Tenía alergia al pelo de los caballos. Se le buscó una solución al problema.
Le hicieron un caballo eléctrico que pesaba unos 400 kilos. La silla de montar era de cuero y no tenía riendas. Utilizaba una corriente especial en Estados Unidos: según parece de unos 220 o 240 voltios.
Parece ser que al principio, al presidente no le hacía mucha gracia el invento. Aunque este recelo le duraría hasta el día siguiente. Le encontraron montando y gritando como un auténtico vaquero del oeste. Desde ese día, el caballo eléctrico formaría parte de su rutina. Lo usaría antes de desayunar, antes de comer y antes de dormir para conciliar el sueño. Algunos días si estaba de buen humor la vestimenta por la noche era algo particular: subía en calzoncillos y sombrero.
Calvin Coolidge moriría el 5 de enero de 1933. Sería el principio de un largo viaje para su fiel caballo eléctrico. Puede que haya recorrido más de 15000 km. Ahora mismo, por razones de seguridad, no se pone en movimiento. Normalmente se puede ver en la biblioteca Forbes de Massachussett.
Tomemos un ejemplo. Si buscamos la identidad del presidente número 30 nos encontraríamos con Calvin Coolidge. Un hombre tranquilo y pocas palabras. Le gustaba hacer ejercicio usando por ejemplo unas mazas. En algunos presidentes se estilaba montar a caballo. En el caso de nuestro presidente no era una opción posible. Tenía alergia al pelo de los caballos. Se le buscó una solución al problema.
Le hicieron un caballo eléctrico que pesaba unos 400 kilos. La silla de montar era de cuero y no tenía riendas. Utilizaba una corriente especial en Estados Unidos: según parece de unos 220 o 240 voltios.
Parece ser que al principio, al presidente no le hacía mucha gracia el invento. Aunque este recelo le duraría hasta el día siguiente. Le encontraron montando y gritando como un auténtico vaquero del oeste. Desde ese día, el caballo eléctrico formaría parte de su rutina. Lo usaría antes de desayunar, antes de comer y antes de dormir para conciliar el sueño. Algunos días si estaba de buen humor la vestimenta por la noche era algo particular: subía en calzoncillos y sombrero.
Calvin Coolidge moriría el 5 de enero de 1933. Sería el principio de un largo viaje para su fiel caballo eléctrico. Puede que haya recorrido más de 15000 km. Ahora mismo, por razones de seguridad, no se pone en movimiento. Normalmente se puede ver en la biblioteca Forbes de Massachussett.