Hoy os voy a comentar un anuncio de televisión de unas galletas. La verdad, no sé porque no digo la marca si la vais a ver en el vídeo adjunto. Soy la primera que sé que los anuncios de televisión no tienen que corresponder fielmente a la realidad pero es que este anuncio me supera.
Podréis ver en el vídeo que una madre le pregunta a su hijo que entra en casa si compró ciertos ingredientes que antes le había mandado comprar. El niño va respondiendo a todo afirmativamente. Pero vamos, no se ve que lleve ningún ingredientes más que esas galletas. El hermano, se piensa como también lo hacemos nosotros que se avecina tormenta. Pero... No. Esa madre que mandó a comprar a su hijo, se toma muy bien que su hijo vuelva con unas galletas. Claro, claro...¿alguien más pensó como yo? Sí hombre, mi madre se lo habría tomado tan bien. Hijo, me da igual que no compraras todo los ingredientes que te mandé porque comprar porque seguramente los necesitaba. Da igual, solamente voy a sonreír. Que claro, también se puede pensar que la sonrisa es para que el niño se confíe y luego vendrá el castigo. Un castigo que no vemos porque el anuncio se termina.
La explicación del marketing de este anuncio podría ser: los ingredientes de estas galletas son tan naturales que es como si fueras a comprarlos individualmente y luego te hicieras tú mismo las galletas. Y claro, ¿para qué perder tiempo si las tienes ya hechas? Galletas con productos naturales.