A mucha gente le cuesta levantarse temprano. Suena el despertador y el primer impulso es apagarlo y darse la vuelta para dormir un rato más. Van a apareciendo despertadores diferentes que hacen poco más que imposible hacerlo. Un ejemplo es este despertador-pesa. El mecanismo es muy simple. Suena el despertador, el usuario refunfuña, el despertador sigue sonando ¿qué hay que hacer para que detenga su sonido y no acabar despertando a los vecinos? Pues sencillo; hacer pesas. Hay que hacer nada más y nada menos 30 levantamientos. Después de levantar 30 veces una pesa de 660 gramos no creo que a nadie le queden ganas de seguir durmiendo. Es una forma también de ahorrar tener que ir al gimnasio, aunque hay que recordar ir alternando de brazo. No creo que por hacer ese ejercicio se vaya a formar mucho músculo pero, tampoco es cuestión de hacer ejercicio solamente con uno de ellos. Siempre podemos comprar dos despertadores si somos muy dormilones y así podemos hacer ejercicio con los dos brazos a la vez.
Fuente: curiosite
