Hoy tocaba mañana de oposición. Y cuando digo que tocaba mañana no exagero ni un pelo. El examen ya tenía una duración bastante considerable: 70 minutos pero es que encima tuvimos que esperar. Cuando faltaban unos minutos por mi reloj para las 10 de la mañana (hora oficial de comienzo de la prueba) empezaron a llamar en la clase en la que me tocaba por apellido. La verdad, me hizo pensar que esto iba a ir rápido. Y más viendo que ya estábamos todos sentados cuando eran las 10 y pocos minutos por mi reloj.
Pero, no todo iba a ser tan sencillo. A las 10 y 10 de la mañana empezaba la espera. La respuesta oficial fue que había clases más grandes que la nuestra y tardarían más en llamar. Bueno... normal, a más gente más tiempo tardan en hacer el llamamiento. Empiezas a hacer cálculos mentales. Nosotros somos 39 y tardamos unos 10 minutos más o menos... pues pongamos una clase de 117 opositores (aunque dudo que alguna clase pueda albergar tantos) Nada, habrá que esperar 20 minutos más. Pero, nada pasan los 20 minutos de más, la media hora, los cuarenta minutos y nos vamos acercando peligrosamente a la hora.
Mientras pasaba el tiempo alguno/a que otro descubría que había que usar bolígrafo negro... y ups... Solamente traían bolígrafo azul. Y claro, como tienes tanto tiempo para pensar pues te pones a pensar: ¿será que el ordenador no lee el bolígrafo azul? Parece algo curioso teniendo en cuenta la forma de marcar y desmarcar las respuestas. Me explico:
Imaginemos que alguien piensa que la respuesta correcta es la a. Está seguro que esta la a y hace una cruz en la respuesta a. Pasa el tiempo, vuelve a leer la pregunta. Y se da cuenta que no es la a. Vaya error es la c. Pues nada... rellenamos la respuesta a y marcamos con una cruz la respuesta c. Sigue haciendo el examen, pero no está seguro de su respuesta. Vuelve a pensar que era la a. Y entonces rellena la c, y hace un círculo alrededor de la a. Ahora sí, respuesta correcta la a. Faltan cinco minutos para el fin del examen y tiene una inspiración. Pero, bueno... si la respuesta es la b. Pues nada, rellenamos el círculo de la a y hacemos una cruz en la b....
Un rollo, ¿verdad? Os preguntaréis porqué os cuento todo esto... pues viene a cuento. Y es que, me pregunto... un ordenador que te permite hacer todas esas modificaciones y te sigue contando como respuesta correcta... ¿no puede leer bolígrafos azules?
Se acercaban las 11 y seguíamos sin ver el examen. Y claro, la gente es humana y tanta espera... Hubo unos cuantos viajes a los baños y es que cuando alguien va... jamás será el único que vaya. Siempre hay alguien que se apunta. Lo curioso estuvo en la gente que quería ir con el cuadernillo del examen encima de la mesa. Un cuadernillo que estaba cerrado a cal y canto. Pero aún así tenían que ir acompañados por una cuidadora del examen. Y yo me pregunto: ¿tiene alguna razón de ser? Como me decía una chica: por mucho que me tengan que acompañar al baño, baño entraría yo sola... Vamos... ni se les ocurra. Y es que, tenía razón. Aparte de que no creo que se pueda hacer ninguna trampa... ¿van a entrar al baño contigo?
En fin, después de llegar el examen tuvimos que esperar aún un rato para empezar. Son esos minutos donde una se imagina a los cuidadores de los exámenes que fueron por los mismos acercando sus relojes y diciendo eso de: sincronicemos nuestros relojes... el mío no estaba muy sincronizado Iba un poco adelantado. Pobre... tenía ganas de marchar...
Después de 70 minutos de examen una piensa que ya se puede ir nada más recoger todos los cuestionarios... Ayns... Ilusa... Había que contar los formularios y mirar que no hubiera ¿ninguna anomalía? En fin, resumiendo que miras el reloj y ya son las 12 y media pasadas. Una manera como otra de pasar la mañana.
Por la tarde mirando el telediario dijeron la cantidad de gente que habíamos ido. Aunque, hasta en las oposiciones pasa como en las manifestaciones. En antena 3 decían unos 70 000 opositores y por el contrario en telecinco decían unos 68 000. ¿a qué se debe esa diferencia? Dejando a un lado claro que no entiendo como contaron la gente que se presentó. Saber cuantos nos apuntamos pues bueno... vale... solamente se necesita mucha paciencia y mirar las listas de admitidos. Pero, ¿cómo se saben cuantos se presentaron? Si las listas de presentados se facilitan a la prensa no deberían existir diferencias en los datos. Bueno... hayan contado como hayan contado la verdad es que es mucha gente. Mucha suerte para todos.
Pero, no todo iba a ser tan sencillo. A las 10 y 10 de la mañana empezaba la espera. La respuesta oficial fue que había clases más grandes que la nuestra y tardarían más en llamar. Bueno... normal, a más gente más tiempo tardan en hacer el llamamiento. Empiezas a hacer cálculos mentales. Nosotros somos 39 y tardamos unos 10 minutos más o menos... pues pongamos una clase de 117 opositores (aunque dudo que alguna clase pueda albergar tantos) Nada, habrá que esperar 20 minutos más. Pero, nada pasan los 20 minutos de más, la media hora, los cuarenta minutos y nos vamos acercando peligrosamente a la hora.
Mientras pasaba el tiempo alguno/a que otro descubría que había que usar bolígrafo negro... y ups... Solamente traían bolígrafo azul. Y claro, como tienes tanto tiempo para pensar pues te pones a pensar: ¿será que el ordenador no lee el bolígrafo azul? Parece algo curioso teniendo en cuenta la forma de marcar y desmarcar las respuestas. Me explico:
Imaginemos que alguien piensa que la respuesta correcta es la a. Está seguro que esta la a y hace una cruz en la respuesta a. Pasa el tiempo, vuelve a leer la pregunta. Y se da cuenta que no es la a. Vaya error es la c. Pues nada... rellenamos la respuesta a y marcamos con una cruz la respuesta c. Sigue haciendo el examen, pero no está seguro de su respuesta. Vuelve a pensar que era la a. Y entonces rellena la c, y hace un círculo alrededor de la a. Ahora sí, respuesta correcta la a. Faltan cinco minutos para el fin del examen y tiene una inspiración. Pero, bueno... si la respuesta es la b. Pues nada, rellenamos el círculo de la a y hacemos una cruz en la b....
Un rollo, ¿verdad? Os preguntaréis porqué os cuento todo esto... pues viene a cuento. Y es que, me pregunto... un ordenador que te permite hacer todas esas modificaciones y te sigue contando como respuesta correcta... ¿no puede leer bolígrafos azules?
Se acercaban las 11 y seguíamos sin ver el examen. Y claro, la gente es humana y tanta espera... Hubo unos cuantos viajes a los baños y es que cuando alguien va... jamás será el único que vaya. Siempre hay alguien que se apunta. Lo curioso estuvo en la gente que quería ir con el cuadernillo del examen encima de la mesa. Un cuadernillo que estaba cerrado a cal y canto. Pero aún así tenían que ir acompañados por una cuidadora del examen. Y yo me pregunto: ¿tiene alguna razón de ser? Como me decía una chica: por mucho que me tengan que acompañar al baño, baño entraría yo sola... Vamos... ni se les ocurra. Y es que, tenía razón. Aparte de que no creo que se pueda hacer ninguna trampa... ¿van a entrar al baño contigo?
En fin, después de llegar el examen tuvimos que esperar aún un rato para empezar. Son esos minutos donde una se imagina a los cuidadores de los exámenes que fueron por los mismos acercando sus relojes y diciendo eso de: sincronicemos nuestros relojes... el mío no estaba muy sincronizado Iba un poco adelantado. Pobre... tenía ganas de marchar...
Después de 70 minutos de examen una piensa que ya se puede ir nada más recoger todos los cuestionarios... Ayns... Ilusa... Había que contar los formularios y mirar que no hubiera ¿ninguna anomalía? En fin, resumiendo que miras el reloj y ya son las 12 y media pasadas. Una manera como otra de pasar la mañana.
Por la tarde mirando el telediario dijeron la cantidad de gente que habíamos ido. Aunque, hasta en las oposiciones pasa como en las manifestaciones. En antena 3 decían unos 70 000 opositores y por el contrario en telecinco decían unos 68 000. ¿a qué se debe esa diferencia? Dejando a un lado claro que no entiendo como contaron la gente que se presentó. Saber cuantos nos apuntamos pues bueno... vale... solamente se necesita mucha paciencia y mirar las listas de admitidos. Pero, ¿cómo se saben cuantos se presentaron? Si las listas de presentados se facilitan a la prensa no deberían existir diferencias en los datos. Bueno... hayan contado como hayan contado la verdad es que es mucha gente. Mucha suerte para todos.