En el año 2001 se cumplían 50 años de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados (1951). La Organización de la Unidad Africana propuso que ese día podría coincidir con el Día de los Refugiados en África. Lo mejor sería que no tuvieramos que celebrar porque no existieran refugiados, y menos por la acción de la mano del hombre.