sábado, noviembre 22, 2008

El invento que se convirtió en patente

Es un anuncio que sale con bastante regularidad en la tele. Es un anuncio de vodafone que se basa en la equivocada creencia de que Graham Bell fue el inventor del teléfono. En realidad, el inventor fue Antonio Meucci. Un italiano cuya mujer estaba enferma de reumatismo. Seguramente fue esa enfermedad y la ubicación del dormitorio en la segunda planta, lo que le llevó a intentar comunicar su despacho con el dormitorio de su mujer. Sería mucho más cómodo para su mujer, que podría hablar sin tener que hacer el esfuerzo de bajar las escaleras. Consiguió crear el invento pero tenía un importante problema: no tenía dinero para patentarlo. Aun así, quería difundirlo y con ese objetivo enseñó su proyecto a una empresa. El proyecto no le gustó a dicha empresa. Bueno, un error lo tiene cualquiera: pensar que gente como Marilyn o Los Beatles no tendrían éxito, que nadie usaría los ordenadores o que no nos comunicaríamos mediante el invento de Meucci.
Lo que no se entiende viene ahora. ¿qué sentido tuvo que la empresa no devolviera el proyecto a Meucci? ¿Qué hizo que él no pudiera recuperarlo si era suyo y la empresa supuestamente no le interesaba? Otro misterio es, ¿cómo logró Graham Bell esos documentos? ¿Conocía a alguien dentro de dicha empresa? El caso es que Graham Bell los usó para desarrollar por su cuenta el invento. Lo patentó y así lo hizo suyo pasando a la posteridad como su inventor. Tuvo que ser duro para Meucci ver como Graham Bell se apoderaba de algo que era suyo. Como él sí que había patentando la idea, no tenía forma de defenderse.
Fue una de tantas injusticias históricas y con este anuncio se reafirma.