Una de las cosas que va normalmente unida con trabajar es la hora del pincho.Es una hora esperada, son unos minutos dentro del horario laboral en los que uno puede descansar.
Algunas veces se aprovecha ese descanso para ir a hacer algún recado pero la mayoría de las veces se aprovecha para lo que dice su mismo nombre: comer o beber algo.
Donde yo trabajo la mayoría de la gente va a un lugar determinado. Es un lugar donde quien atiende ya conoce tus gustos, la forma en la que quieres las cosas, en pocas palabras te conoce. Y encima si los pinchos son curiosos y baratos... pues que más se puede pedir.
Como todo las cosas las apreciamos cuando no las tenemos. El lugar donde ibamos al pincho ahora esta de vacaciones. Y claro hubo que buscar un lugar donde ir hasta que vuelvan de las vacaciones. Y como todo el mundo sabe, Vicente va donde va la gente. Es decir la mayoría de la gente del curro va al mismo sitio. Y esta vez me da la sensación de que todo nos equivocamos.
En un primer lugar el sitio elegido parecía bueno. Lugar más o menos bien decorado, pinchos con muy buen aspecto y para que negarlo con más variedad que donde ibamos antes. En el otro sitio los pinchos giraban en torno a: pollo, lomo, tortilla normal y con chorizo. Y encima te ponen un croissant por persona gratis. En fin, que parecía un buen sitio.
Pero vamos yo creo que los pinchos tenían tan buena pinta porque se toman mucho tiempo para hacerlos. Y no el lugar no es muy grande así que no se entiende que tarden en preguntarte lo que quieres y otro tanto en servirtelo. Puede que sea cosa de que no estuvieran preparados para tal avalancha de gente (en el curro somos muchos y como digo solemos ir al mismo sitio al pincho) Hasta se nos había ocurrido hacer una lista el día anterior o una lista semanal de lo que vamos a pedir... va para lo que tenga preparado...
La cosa es que a veces tardaban en traer en lo que se pedía, traían las cosas en varias tandas.. (y es que eso de comer el pincho sin tener la bebida.. porque uno lo que quiere es tomar las dos cosas a la vez.) Y bueno ya lo que me parecio alucinante es que se pida algo, no lo haya y oye... como que no se les ocurre decirlo. La persona se entera cuando tardando mucho en servirlo pregunta por lo que pidió.
La gota que colmo el vaso fue el viernes anterior. Pedimos, se terminó la hora del pincho y aún seguiamos esperando a que nos sirvieran lo pedido. Lo más gracioso es que cuando se acerco la chica fue para decir que no había parte de lo que pedimos. Yo me marche sin tomar nada porque me pareció simplemente alucinante.
Ahora estamos buscando un nuevo sitio hasta que vuelva a abrir donde ibamos antes. No parece tarea facil. Mientras buscamos seguire pensando que pincho me voy a tomar el primer día que volvamos... un pincho de pollo con su mayonesa y su pimiento no estaría nada mal... aynss... para la próxima vez que cierre yo ya no trabaje donde estoy ahora pero vamos creo que propondre como sugerencia de mejora que deje la llave para que le gente pueda entrar mientras no esta.
1 comentario:
Si es que al final los bares de "a diario" se convierten en tu pequeña casa. Yo como todos los días en el mismo bar. Y cuando tenemos que cambiar en verano, nos pasa lo mismo. Y es que como en casa, en ningún sitio.
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