jueves, septiembre 27, 2007

Construidas para no olvidar (II)



La otra estatua está situada al sur de Rusia, en la ciudad de Volgogrado, la ciudad anteriormente conocida como Stalingrado encima de la colina de Mamáyev Kurgán. Es dicha colina la que da nombre a la estatua. Su nombre en ruso es Мама́ев Курга́н, que significa el túmulo de Mamai. La estatua es tan grande como la batalla cuya victoria se conmemora: la victoria de los rusos en la batalla de Stalingrado. Una victoria que fue decisiva para que consiguiera una victoria aliada en el frente oriental.

Pero no fue una empresa nada sencilla. Rusos y alemanes se enfrentaron en un duelo fratricida que se intensificó sobre manera en la toma de esta colina. La colina era un lugar sumamente estratégico para ganar la batalla. Quien consiguiera el control, tendría un lugar de privilegio para ganar la batalla. Una batalla que empezó el 13 de septiembre de 1942 y tuvo su final el 26 de enero de 1943. La consecuencia de 6 meses de batalla fue un campo de batalla lleno de sangre y herido por toda la munición que se utilizó. Era una tierra que duramente mucho tiempo se tornó de color negro debido a que estaba quemada por la gran cantidad de explosiones que tuvieron lugar. Hoy en día se siguen encontrando trozos de metal y fragmentos humanos. Hay un hombre que se dedica a recuperar los restos de los hombres que dejaron su vida en Stalingrado.

La estatua representa a una mujer que porta una gran espada de acero de 27 metros. Está vestida al más puro estilo griego. Esta estatua, que tiene una altura de 105 metros, me recuerda a la mujer que sale en el cuadro La libertad guiando al pueblo (Ese famoso cuadro que pintó Delacroix y que podemos contemplar en el museo del Louvre de París.) Lo que me llama la atención es la poca cimentación en la que se sustentan tanto peso de cemento.

Ambas estatuas nos deberían recordar las consecuencias de las guerras. La gente debería reflexionar e intentar convivir en vez de enfrentarse una con la otra. Se hicieron así de grandes para que la gente no olvidara. Pero, viendo que ahora hay más conflictos activos que hace un siglo... Está visto que preferimos vivir con los ojos cerrados.
Fuentes: Texto y fotos.

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