Y es que nada en él era discreto ni normal. Hasta su forma de morir fue extravagante. Se murió en una cama en forma de piano y todo empezó porque ya que estaba con algún kilo de más decidió ponerse a régimen. Pero no un régimen cualquiera. Solamente comía sandía, que está muy rica pero parece que comer solamente esa fruta no es muy bueno para la salud. El caso es que al pobre le causó una anemia perniciosa. Es un tipo de anemia en la que los glóbulos rojos son más grandes de lo normal y no suministran adecuadamente oxígeno. Tiene su causa en una deficiencia de ácido fólico o de vitamina B-12 ya que en el cuerpo no hay suficiente de una proteína llamada factor intrínseco. Es una proteína que ayuda en la absorción de la vitamina B12. Ya conocemos un poco mejor lo que le mató, aunque en su época se llegó a rumorear que padecía de SIDA.
En las Vegas existe un museo con su nombre donde podemos llegar a conocerle un poco mejor. Podremos admirar una gran colección de trajes, joyas, premios, pianos... Hay también una réplica exacta de la habitación del pianista y su sala de ensayo: un lugar con las paredes de espejo que nos permiten tener una visión global del vestuario que en la misma se exhibe.
Era un gran coleccionista con lo que, además de un antiguo escritorio estilo Louis XV que había sido propiedad del Czar ruso Nicholas II, tiene una gran colección de Rolls Royces (como no, llenos de espejos)
Liberace era un hombre que tenía como objetivo hacer felices a los demás y lo consiguió.
Fuentes: Canal de historia, foto 1, foto 2, museo liberace,
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