sábado, enero 24, 2009

Hay un universo de pequeñas cosas

Hay cosas en las ciudades en las que no te fijas normalmente. Un ejemplo muy tonto es un dispositivo que hay en Gijón que te marca el tiempo que va a tardar cierto bus en llegar a la parada en la que estás. Antes no existía. Uno llegaba a la parada y, si tenía suerte, había alguien al que preguntar. ¿sabe si ya pasó tal bus? ¿hace mucho? Si no había nadie pues tenías que ponerte a pensar en los horarios que tiene esa línea, cada cuanto pasa y desear que ese día el bus no fuera con el tiempo adelantado o atrasado.
Con la llegada de ese dispositivo, uno llega a la parada y ya ve (con más o menos exactitud) el tiempo que falta para que llegara. Solamente marca tiempos menores de 15 minutos. Con lo que, si quieres coger un bus con un tiempo mayor entre bus y bus y no aparece en la pantalla sabes que era mejor ir andando o que puedes buscar una forma de pasar el tiempo para no aburrirte en la larga espera que se avecina.
Hoy (parece ser que más días falla)no funcionaba. Y vaya lo que lo eché de menos.  ¿qué otras cosas parecidas se echarían en falta si mañana dejaran de existir?

2 comentarios:

Juan Carlos dijo...

Es curioso la cantidad de tecnología que es NATURAL a nuestra vida y que sin ella nos costaría mucho vivir.

A finales de año estuvimos 3 días sin calentador de agua ni calefacción y madre...

Cositas de estas... puff te imaginas que se van los semáforos sólo de tu calle... te imaginas gijón durante una tarde/noche de invierno sin ni una sóla luz de farolas ni de edificios????

Motime dijo...

Hola Juan Carlos. Nosotros el día de navidad no podíamos usar el fregadero para fregar los platos pero lo tuyo, sin caleffación es mucho más grave.
Alguna vez se fue algún semaforo y fue un pequeño caos. Lo de la luz...En Gijón se fue durante muy poco rato. Me pasó una vez, siendo algo tarde, se apagaron las luces de la calle por la que iba caminando con una amiga. Solamente en esa calle. No sabíamos si era un apagón o que habían decidido apagar las luces a destiempo pero vamos, vaya susto que nos dieron.