Materiales:
Tijeras, punzón o palillo y pincel, tres colores básicos: amarillo, azul y rojo, negro y blanco, un imán, cola blanca sintética y barníz incoloro.
Con un poco de masa modela un cono, que aplastarás por un lado. Con un punzón o palillo dibuja en su superficie una rejilla que recuerde el barquillo de un helado. Formarás dos bolitas indénticas, otra más pequeña para la guinda y una base triangular aplanada.
Con cola blanca sintética encolorás la base del paso anterior en la cara plana del barquillo. Pon sobre la boca del barquillo las dos bolitas iguales, enganchándolas con cola y sujetándolas con la base sobrante de la forma triangular plana.
Encula encima de las dos bolas la bolita más pequeña, que representa la guinda. Pintamos la pieza, procurando que los colores queden limpios y no se mezclen entre sí. Barnizamos, cuando la pintura seque, con barniz incoloro, dando, si es necesario, más de una capa.
Encola el helado al imán, presionando durante unos instantes. A continuación deja secar la cola, para segurarte de que imán y helado queden bien fijados.
Este es uno de los posibles imánes que se pueden hacer. Se puede utilizar esta técnica para hacer diferentes imánes.
Fuente: Colección tiempo libre miga de pan editorial parramón
No hay comentarios:
Publicar un comentario