Llueve fuera, hace viento y no apetece salir de casa. ¿Qué mejor plan que cocinar algo? Tenía en la nevera masa brisa y quería darle uso. Mientras hacía la crema, metí la masa en el horno. Solamente para que cogiera color.
Ingredientes:
200 gr de azúcar
Agua (la necesaria)
Corteza de limón
Canela molida
35 gr de harina
250 ml de leche
4 yemas de huevo batidas
Hice un jarabe con el azúcar y tanta agua como sea necesaria para cubrirla. Añadí la corteza de limón y canela molida. Esperé a que se disolviera el azúcar y lo dejé hervir. No es bueno dejarlo reducir mucho porque el jarabe sería demasiado dulce. Retiré la corteza de limón. Pasados unos segundos la podemos comer. Y eso fue exactamente lo que hice.
Disolví la harina en leche. No medí la cantidad de leche necesaria. Lo suficiente para que se disuelva y no se hicieran muchos grumos. Aunque es casi inevitable que se formen algunos es es algo que podemos solventar más tarde. En un cazo aparte, puse los 250 ml. de leche. Lo dejé hervir y le añadí la mezcla de harina y leche. Removí hasta obtener una crema. Cuando vi que empieza a hervir, añadí poco a a poco el almíbar mientras no dejé de remover.
Se supone que cuando añadimos yemas a una mezcla hay que dejarla que enfríe porque correríamos el riesgo de que cuaje. Yo esperé un buen rato pero reconozco que no tuve mucha paciencia. Para evitar ese problema, no dejé de remover mientra añadía las yemas. Volqué la crema sobre la masa brisa. La puse en el horno a 175 º unos 10 minutos.
Cuando la saqué del horno, hice unas líneas utilizando canela molida.
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